
Camino, descanso...o desando los pasos...
No sé si es este suelo el que resbala
tan desgastado que no intuyo su forma original,
o son estos zapatos que no se aferran,
tal vez nunca lo hicieron.
no sé el motivo de no sentir
seguros mis pasos,
cuál debe ser la opción correcta,
agarrarme a algo para no caer
o descalzar mis pies...y sentir la tierra.
Yo me descalzaría primero.
ResponderEliminarSiempre es más fácil cambiar de zapatos que el suelo que pisas.
Si te hace falta agarrarte a algo, ya sabes por donde ando ;)
Besos.
A mí me ha ayudado mucho aprender a no aferrarme, o intentarlo al menos. Así, vayas dónde vayas, puedes gozar más del camino.
ResponderEliminarUn saludo
Preciosa imagen.
ResponderEliminarBonitas palabras.
Todo depende de la disposición, o del cansancio, para seguir haciendo caminos o descansar. De todas formas, creo que a pies descalzos es posible sentir y presentir mucho más allá de cada paso. Y desandar los pasos puede no implicar tan solo volver atrás sino recomenzar.
ResponderEliminarContinúo visitándote con muchísimo gusto, Seleka. Un abrazo para ti.
Andar descalza pisando firme. O agarrarte a quién sepas de seguro que no te dejará caer.
ResponderEliminarO quizá esperar a mañana que de seguro todo lo ves distinto.
Besos muchos
descalzarte y pisar la tierra, siempre. Llámame para caminar descalza :)
ResponderEliminarun beso fuerte
preciosa foto
No sé si será por el post anterior tuyo o el actual, pienso a una canción de Tito Fernández (de Temuco, Chile) que tiene la siguiente letra:
ResponderEliminarMI HIJO.
Letra y Música: Tito Fernández
Cada vez que me acuerdo de mi hijo
me da como una punzada,
aquí, muy dentro del pecho,
donde se halla colocada,
tan sensible, tan nombrada
y tan propensa a la emoción,
esa masa colorada
que se llama corazón.
Y cómo no he de sentirla
si se trata de "mi" hijo,
el que con sus payasadas,
su chicle y su mermelada,
me dejaba pegajosos
el cubrecamas, la almohada,
y aunque a veces me propuse reñirle,
siempre fallaba
porque el pícaro salía
con su sonrisa inocente
y al verlo, así, tan sonriente,
y...bueno, lo perdonaba.
Cómo olvidar las mañanas
en que mamá lo peinaba,
sentado, él, en una silla
la barbilla levantada,
en un gesto de protesta
por la lucha que libraban
la mamá, y el "remolino"
que casi siempre ganaba.
(Y nunca logré explicarme
el motivo por el cual
lo peinaban tanto y tanto
si al cabo quedaba igual).
Pero el tiempo va pasando
y hoy mi hijo no es el mismo,
y ya no da los problemas,
entretenidos, de niño,
ahora es un "caballero",
se afeita con "mi" navaja,
se fuma "mis" cigarrillos
y se pone "mis" corbatas.
Se acabó aquel inocente
del susto, el llanto y la tos,
ahora él es el que manda
y hasta sabe más que yo.
Incluso, sin ir más lejos,
ayer me trajo su novia,
yo, por dentro, les bendije,
por fuera me puse serio,
porque debo confesar
que me dio un poco de miedo
notar, en aquellos mozos,
cómo se ha pasado el tiempo.
Hoy todo se ve distinto,
las ropas, el sillón, la almohada,
si parece que les falta
"ese" poco de mermelada,
y todo tan en su sitio,
no hay nada en que tropezarse,
no hay nadie que quiebre un vidrio
ni haga a la mamá enojarse,
Y los platos no se rompen,
y el canario no se sale,
¡cómo hace falta mi hijo!
en esta casa tan grande.
descalzarse y seguir caminando, esa es mi opción
ResponderEliminarun abrazo!
Coincido con Leo ;)
ResponderEliminarme parece que es sentir la tierra, sentir los pasos dese camino...me parece...
ResponderEliminarsaludos de portugal
Siente la tierra..
ResponderEliminarsalu2
Uy que bonito blog.
ResponderEliminarLe conocí hoy.
Saludos.
Senir la tierra está bien, sobre todo si los granos de la arena se clavan un poquito en la piel y nos marcan y nos duelen. Sin embargo, yo prefiero dejar que las nuebes me lleven consigo.
ResponderEliminarBesitos.
Hagamos una cosa, quitémonos sólo un zapato y cuando tú pises con tu pie, yo pisaré con mi zapato...
ResponderEliminarNo estoy muy viva por aquí, pero te llevo a todas parte.
Un besazo Seleka, te echo de menos!
adiooooos... hasta la vuelta!
ResponderEliminarcuidate hasta entonces
:-)
Quizás hay que mirar donde pisamos; yo trabajé una vez en una fábrica de zapatos y aprendí a distinguir las suelas resistentes y los cueros confortables.
ResponderEliminarEso si, lo mejor para unos pies descalzos son otros igualmente desnudos.
gracias, gracias, gracias...
ResponderEliminara todos por pasear una vez más por aquí y dejar un pedacito de vosotros, una huella, unos segundos impresos en forma de comentarios, un poco de aliento y calor, una idea, un pensamiento, deseos...
qué tal si caminamos todos descalzos pero de la mano, y luego nos paramos...sintiendo la tierra, apoyándonos para descansar y volver a caminar con nueva fuerza, por un camino elegido tras profunda reflexión o guiados por un impulso irrefrenable, pero a fin y al cabo, un camino que hayamos elegido, nuestro camino.
Besos y abrazos.
me quedo con la ultima frase
ResponderEliminarrobert
que bonito seleka...me gusta mucho pasearme por aqui, asomarme a tu mundito y poder disfrutar cositas contigo. Yo intentare seguir compartiendolas desde el nuevo continente..
ResponderEliminarun beso
Gracias por la visita Roberto, veo que a la mayoría nos gusta sentir la tierra, sentir.
ResponderEliminarCarmen: aquí estará mi mundito para que pasees cuando desees, las visitas se agradecen y se sienten, pero imagino que en el nuevo contiente tendrás mucho por descubrir...otro mundo ;)
si, la verdad esque un montón, pero aqui también hay días lluviosos en los que pasar la tarde enfrente de un ordenador, mirando de reojillo un montón de ideas nuevas y compartiendo emociones con todos dondequiera que se encuentren.
ResponderEliminarun besito tequilero!
;-)
miro que ainda non tomaste la decision,
ResponderEliminarsiempre en contacto
besitos
Vengo deprisa, otra vez a buscarte para andar descalzas un poquito, quítate ya tus zapatos!
ResponderEliminarun beso!
sí!descalzada estoy!
ResponderEliminarademás hoy con este solecito sentir la tierra es un placer ;)
Un beso grande y gracias por pasarte a buscarme ;)