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martes, 13 de diciembre de 2005

La casa de los abuelos

"La cuesta"
Paco de Cáceres

La casa de los abuelos está vacía...
Para llegar a ella hay que subir una cuesta,
de más niña se me hacía casi imposible llegar hasta arriba,
lo hacia de espaldas, creía que costaba menos.

Hay una camino, como el que se dibuja cuando se es pequeño ,
un camino marrón con verde a los lados, y una puerta de color oxidado.

El camino tiene almendros, el abuelo se sentaba sobre una tabla de madera
sujeta sobre unas piedras, su banco, bajo la sombra del almendro,
ahí pasaba horas, observando en silencio.

La abuela en cambio no se paraba a observar, iba y venía,
y si paraba normalmente hablaba, observaba distinto,
con esos ojitos grises que parecían siempre tristes.

La casa de los abuelos huele como cuando no estaba vacía,
como en verano, cada casa tiene un olor,
siempre me ha llamado la atención este hecho,
y con nosotros siempre llevamos un poquito de ese olor a hogar.

El abuelo tenía muchas cachabas,
yo jugaba con ellas, él observaba.

La abuela muchas veces me regañaba.

El abuelo era silencio,
la abuela mil palabras.

Ahora la casa está vacía
y nadie observa ni habla...


16 comentarios:

Elendaewen dijo...

Pues habrá que llenarla de nuevo de vida y no dejar escapar los recuerdos para las nuevos niños que suban alrevés.

Muy lindo.

Anónimo dijo...

Cada casa, cada lugar, tienen su olor, y veces ese olor te asalta sin saber por qué en sitios que no debiera, y se te llenan los ojos de recuerdos.

Muy bonito Seleka.

Anónimo dijo...

La casa está llena de recuerdos. Hasta recordar todo esto te ha hecho otra vez vivirlo y olerlo.

Un beso

Max Verdié dijo...

Uno que canta dijo: "A lomos de un babieca de cartón llegué más lejos que cualquier jinete, y dí la vuelta al mundo en patinete sin ausentarme de mi habitación".

Ocurre que a menudo la única patria feliz es la anterior, cuando los veranos duraban para siempre, y de hacer justicia ya se encargaba Sheia y los otros compañeros del Zodíaco.

Cuando las nubes eran mapas de algodón para esconder tesoros, y carnaval el único rato en que poder caminar sin usar disfraces. La biblia, un comic viejo de Superman que había en casa del primo Mariano, Nueva York estaba en Nunca Jamás, y los libros era una puerta imprecisa por donde escaparse cada tarde, que llegaba, después de clase de Judo, acompañada de una merienda.

Hoy, que los veranos se acaban en quince días y la justicia no nos toca a todos, las nubes son sólo agua en suspensión en un aire contaminado y lo único que tiene el carnaval es un grupo de 5 individuos que están como putas regaderas y me alegran la existencia.

Y bien mirado, la biblia sigue siendo cosa de Superman, y los judokas ahora van de negro, y, a ratos, cuando amanece, me doy cuenta de que, pese a todo, vivimos en una República Feliz de nuevo.

Sin Lunes, sin acné... en la provincia de Nunca Jamás.

O en la de siempre.

Anónimo dijo...

Pero de alguna manera tú la mantienes cálida con tus recuerdos...

Un abrazo

Pablo Rodríguez Burón dijo...

"El abuelo era silencio, la abuela mil palabras.
Ahora la casa está vacía y nadie observa ni habla..."
Me hiciste llorar...Casualmente hoy han ingresado a mi abuelo, y mi abuela no está ya para quedarse sola en casa,sin ese olor de su marido que transtorna el aroma de la casa, ese olor del que hablas.
Muy bonito
Un abrazo

Anónimo dijo...

Yo también recuerdo la casa de mis abuelos, y en especial recuerdo a mi abuelo Pepe, del que nunca aprendí lo suficiente.
Gracias por recordarmelo.

Bruno dijo...

Esas casas tan enigmáticas, con tantos recuerdos...

Recuerdos felices que nos inundan los ojos, que nos encojen algo dentro.

Espero -como dice elendaewen- que esos lugares, tan llenos de recuerdos, cobren vida de nuevo.

Un beso

ideas dijo...

Y cada vez que se atraviesa esa puerta, los olores nos relatan los recuerdos.. mientras esperamos que ellos aparezcan por alguna de las puertas

Indiana Blog dijo...

Recuerdos...
Este puente estuve en casa de los abuelos, donde sólo queda la abuela, los olores y los recuerdos. Ella se hace fuerte allí, al fin y al cabo es su mundo.
Y me sigue regañando! "igual que de pequeño cuando el abuelo te llevaba de paseo y al volver te preguntaba si se había tomado algún vino y tu no buelita no"
Recuerdos... Seleka, mira bien y con detenimiento, verás que la casa no esta vacía. Hay mil recuerdos y buenas emociones que sentir de nuevo.
Un saludo.

giovanni dijo...

Tanto el cuadro como los recuerdos a la casa de tus abuelos han provocado un sentimiento agradable en mí. Es curioso como las vivencias personales de una persona crean espacio a otra para compartirlas.
Un saludo, Giovanni

Roberto dijo...

la verdad que lo relatas muy bien, verdaderamente precioso besos
roberto

alma insomne dijo...

Qué bonito Seleka, esa casa nunca estará vacía, seguirá llenándose de olores diferentes que vivirán juntos sin taparse los unos a los otros y siempre que vuelvas, si cierras los ojos, reconocerás el inconfundible olor, los silencios y las palabras de quienes en ella habitaron. Ojalá dentro de muchos años alguien me recuerde como has recordado tú.

Un besito B! :)

Elena Martín dijo...

Elendaewen: espero que haya siempre niños que suban al revés esa cuesta, y estar yo arriba observando bajo el almendro...
Gabi: se llenan los ojos de recuerdos que empapan mejillas :)
reflejos: sí, pero ambos eran muy activos por dentro...
esencia: los recuerdos van más allá de esas paredes y ese camino de almendros...
max: qué decir...soy feliz ;)
trini: procuro tenerlos bien arropaditos...
Leo: gracias...
Juan Cosaco: un placer poder despertar buenos recuerdos :)
él u otro: "los llenaremos de vida..."
melytta: gracias, ah!no tan grande ;)
ideas: hay que estar bien atentos, no se escapen los recuerdos o los olores...
gavroche: tengo los ojos bien abiertos y el corazón preparado...
giovanni: hoy en día no es fácil provocar buenos sentimientos, gracias a tí por permitirmelo ;)
roberto: gracias, de verdad :)
S: es un honor tenerte enlazada, además, teniendo en cuenta que no te pedí permiso...
alma insomne: no creo que tengas que esperar muchos años para eso...seguro que hay más de un@ que te recuerda...

Anónimo dijo...

un día nuestra casa será como la de los abuelos, llena de nietos, esos primitos que se ven de verano en verano y hacen ruido en el corral a la hora de la siesta...
y por las tardes, a la fresca, jugando al tute y viendo a la gente pasar, recordaremos cuando de niñas bailábamos coreografías fantásticas y preparábamos merendolas geniales a base de chucherías..

Elena Martín dijo...

Seguro que así será Luna...
sobre todo no faltarán chuches, ni helado despues de comer el día de la fiesta...
Y mirarán sobrinos y nietos, de verano en verano, esas estrellas que sólo se pueden ver allí, lluvias de estrellas...y la Luna más clara...
Besos y abrazos