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martes, 22 de julio de 2008
ya no vale cambiarlas
porque no siempre es un juego,
ni hay infinitas revanchas...
aquí estamos, la cuestión es
que enfrente tienes las cartas,
no es ser o no ser, esa es otra historia,
solamente apostar puede salvarte...
te reflejas en los filos de las espadas...
una vez decidiste abandonar a la mitad, ¿recuerdas?
sin tomar parte, dejándote llevar por los demás,
y así no se juega,
y las más de las veces se pierde,
y se pierden las ganas, el tiempo y las fuerzas...
otra vez, recuerda, decidiste cambiar las cartas,
aún hoy puedo ver tu mirada asustada,
pero fuiste parte de esto,
con lo que eso conlleva,
las consecuencias no siempre son agradables,
pero son tus consecuencias...
esta vez tienes que decidir de nuevo,
y puedes fijarte en los gestos de los otros,
fiarte de sus palabras,
o lanzarte sin más,
porque sus gestos pueden ser falsos
y un día te cansaste de repetirte
"esta vez puede que sea distinto"...
así que dime, ¿qué jugador quieres ser?
te esperan las cartas, la partida,
la vida...
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7 comentarios:
Realmente uno puede escoger qué jugador quiere ser?
saluditos
Me gustó mucho tu blog. Me sorprendió el tiempo que lleva abierto.
Un abrazo
Ideas: tú si puedes ;)
Cexy: Sí, lleva un tiempo, pero las nuevas visitas alegran tanto como al principio...Bienvenid@
Podemos elegir qué tipo de jugadores queremos ser, pero no las cartas que nos tocan... Es cuestión de saber manejarse.
Saludos.
"Esta vez tienes que decidir de nuevo,
y puedes fijarte en los gestos de los otros,
fiarte de sus palabras,
o lanzarte sin más,
porque sus gestos pueden ser falsos
y un día te cansaste de repetirte
"esta vez puede que sea distinto"..."
Cuánta razón tienes... ¿alguna vez ganaremos la partida?
Simplemente genial. ;)
Un saludo
¿Cartas y espadas?
Hay formas de hacer trampa.
Con ambas.
¿Quieres aprender?
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